miércoles, 15 de diciembre de 2010

La zinozi: “La bechamel y sus grumos”

Posteado por Anaximestoymeandro

Hállome ante la tesitura de qué hacer este fin de semana. ¿Ustedes estáis igual? Pues dejad de pensar porque señores estamos de enhorabuena. El aclamado cineasta hispanopruso Mario Springuer estrena este viernes su nueva película “La bechamel y sus grumos”, ganadora de la Coquina de plata en el Festival de Cine Rancio de Kamchatka.

chiquito-jarl *Cartel no definitivo, pendiente de modificación de última hora

La cinta nos narra de una forma magistral la historia de Federico Truppi, interpretado de forma correcta por el actor Emiliano Ripanauta. Federico es un quiosquero afrosexual con una vida apacible, normal e incluso insulsa. Todo cambia el día que conoce a su gemelo de nalgas, Rony Studamayer, con el que emprende un arriesgado reto: conocer la fecha exacta de la elaboración de la primera croqueta.

Para ello, se proponen viajar en el tiempo a diferentes fechas hasta dar con el día en el que se elaboró la primera croqueta, pero lo quieren hacer por Bolzano, por lo que van acotando todas las épocas de la historia.En estos viajes se encuentran con numerosos personajes históricos que dotan a la película de una rigurosidad sólo antes vista en Power Rangers, la película.

Uno de estos encuentros ofrece al público uno de los mejores diálogos de la película, propio de una mente creadora como la de Springuer. En concreto sucede cuando Truppi viaja al 1.481, a la Italia Renacentista y va a la casa de Sandro Botticelli:

- Truppi: ¿Qué pintas?

- Botticelli: Lo llamo La Primavera, y auguro que será un icono de la renovación floral del Renacimiento florentino.

- Truppi: Uf, el Renacimiento, qué pereza, quita quita

- Botticelli: … pereza cómo?

- Truppi: No sé, siempre he sido más del gótico, el Renacimiento siempre me ha parecido un poco gay…

- Botticelli: ¿Gay? ¿El Miguel Angel gay? ¿El nacimiento de Venus gay?

- Truppi: Cállate y bésame

Fundido a negro. Practican sexo anal consentido durante toda la noche.

En fin, gran thriller geopolítico, a la altura de otros del autor como “Cuidado con los dientes” o “El color de tu pene no es el de un pene sano”.

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